A veces nos sumergimos en el pesimismo de la situación que nos arropa, creyendo que ese estado de oscuridad se mantiene por mucho tiempo y es verdad, a veces permitimos que pase mucho más tiempo del requerido. Actualmente me siente como la vida va cambiando y sonriendo, como todo va trasformándose en positivo, como que sí por fin volví a encontrarme. Parece mentira pero he sentido más fuerte mi segunda adolescencia en la crisis de los 30, que las emociones de los 15.
Después de los treinta, ni miedo le tuve cuando entré en la edad, pero qué terrorífico es la vida en esta década, ya con muchas más responsabilidades, es no saber sí estás haciendo las cosas bien o no, es no entender sí deseas seguir bailando o ya te ves ridícula, es el cuerpo cambiar de una manera que no lo hizo antes, es crecer en talla, problemas existenciales y a su vez crecer en responsabilidad y requerimiento social.
La vida después de esos 30. Ver como tus padres se vuelven niños, cómo tus hijos brincan y brincan, si no tienes bebes todavía es sentir que el tiempo juega en tu contra deseando formar esa familia y a ese ser que dependa más y mas de ti, sí porque aunque no lo crean, también se desea decir "en la casa hay sopa" o pensar en el regreso a clases.
A pesar de todo, hay un momento en esta década que por fin la comprendes, que las emociones se ponen de acuerdo y por fin comprendes el ritmo de la vida, cambiar el guardarropa, evitar caer en la rutina y colorear fuera de la raya, así a veces sucede, volviendo la vida a sonreír sin importar todos los cambios que se están viviendo. en fin...
LA VIDA SONRÍE Y YO SOY FELIZ.
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